El bebé de 8 semanas: empieza la exploración

Bebé de 8 semanas: una gran evolución

Pasadas 8 semanas se observa un gran cambio en el bebé. Su mayor descubrimiento es el uso de sus manos. Descubre que puede coger objetos y acercarlos a la cara para verlos mejor, o a la boca para “tocarlos”, pues hasta que no desarrolle el tacto en las manos, el bebé toca y descubre texturas y temperatura con la boca.

Es todo un mundo fascinante y nuevo por descubrir:

• Puedes ofrecerle diversas texturas y formas para explorar, pues el juego incentivará su curiosidad.
• Aprovecha para llamar su atención con sonajeros, o coloca un juguete móvil de intensos colores sobre su cama.

Además del control prensil para coger objetos con las manos, el bebé de 8 semanas también muestra mejores destrezas motoras en otros aspectos:

• Cada vez tiene más fuerza en el cuello, por lo que es importante ponerlo boca abajo a ratitos sobre una superficie dura, para ejercitar su musculatura.
• El bebé de 8 semanas también es capaz de mover y levantar la cabeza con mayor precisión y control.

En cuanto a la evolución a nivel social:

• El bebé de 8 semanas ya fija la mirada, emite algún sonido, y hace saber cuando tiene hambre, pues llora o se le ve inquieto.
• También sonríe y se empieza a interesar por el exterior, por aquello que hay a más de un metro de él. Esto sucede porque su vista empieza a definirse y deja de ver borroso, con lo que se nota que va definiendo las caras de sus principales figuras de apego.
• En este momento también podrás observar cómo tu bebé de 8 semanas mira tu boca cuando le hablas y hace muecas mientras duerme.

Bebé de 8 semanas: salud y alergias

Cuando tu bebé cumple 8 semanas llega un importante momento de control pediátrico: en la revisión de los 2 meses le pesarán y podrás resolver tus dudas sobre el desarrollo de tu bebé.

También corresponde seguir con el cuadro de vacunación. El bebé de 8 semanas suele recibir las vacunas de la poliomielitis, la tos ferina y la difteria. Las vacunas no son placenteras pero son rápidas y sus efectos secundarios son leves y poco frecuentes. Son un complemento inmunitario a la lactancia materna.

A partir del segundo mes, el ritmo familiar suele haberse adaptado a la nueva situación y se tiende a salir de casa más a menudo de lo que se hacía durante las primeras semanas. En este sentido, es interesante recordar que 1 de cada 5 bebés tienen algún tipo de alergia, como asma, intolerancia a algún alimento, eccema o rinitis polínica. En muchos casos esto tiene un origen genético, pero también se ha observado que el ambiente está aumentando el riesgo de alergias en bebés, pues su sistema inmune está muy inmaduro, lo que les hace muy sensibles.

Por todo ello, conviene recordar que:

• Está científicamente comprobado que la lactancia materna exclusiva previene y complementa el sistema inmunitario del bebé cuando lo necesita, lo que reduce la posibilidad de alergia.
• Es importante vigilar la calidad del aire. No fumes, ni uses perfumes o desodorantes fuertes, ni ambientadores.
• Baña al bebé solo con agua. Evitar el jabón ayuda a mantener la barrera natural de su piel. Además, no uses tejidos irritantes como la lana, y lava la ropa con un jabón suave.

Bebé de 8 semanas: alimentación y la crisis de las 7 semanas

Es posible que ya la haya pasado o la esté acabando, pero antes de que el bebé cumpla dos meses, hacia las 7 semanas, tiene lugar la segunda crisis de lactancia (la primera es a los 17-20 días de vida).

A partir del mes y medio el bebé necesita más volumen de leche y, aunque parecía que ya había cogido el ritmo, verás que aumenta la demanda y el número de tomas. Además, su conducta es revuelta mientras mama, dando tirones mientras agarra el pezón, distrayéndose, llorando, arqueándose, tensando las piernas, etc…

Esto sucede porque, para cubrir todas sus necesidades, la composición de la leche cambia, por lo que cambia también su sabor, transitoriamente, resultando más salada. A algunos bebés no les gusta ese cambio pero luego todo se normaliza y, tras aproximadamente una semana, el bebé vuelve a sus rutinas y horarios previos.

Como has visto, y como quizás ya has observado en tu propio bebé, el bebé de 8 semanas acaba de despegar en el viaje del descubrimiento. Sus capacidades motrices van mejorando y coge todo lo que pilla. ¡Es un momento muy bonito! Estimulale, disfrútalo y permítete descansar, pues te vendrá bien un poco de tiempo para ti.