Lactancia materna y trabajo: consejos que te serán de mucha ayuda

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Lactancia materna y trabajo

Se acerca el momento de incorporarse al mundo laboral y empiezas a sentir inquietudes, como por ejemplo: ¿cómo continuar la lactancia materna con una separación de tantas horas? Incorporarse al mundo laboral suele provocar tensión. En este post encontrarás algunos consejos para compaginar lactancia materna y trabajo.

 

Lactancia materna y trabajo: ¿es posible?

Muchas autónomas se incorporan muy temprano, porque no pueden permitirse agotar las 16 semanas de permiso de maternidad vigente. Otras cumplen el permiso, o incluso un poco más, si su convenio mejora el permiso de maternidad base o si lo alargan sumando vacaciones.

También hay madres que cogen excedencias de algunos meses para no interferir en la lactancia, pues la OMS recomienda 6 meses de lactancia materna exclusiva, aunque el permiso de maternidad lo dificulte.

Sea la opción que sea, la posibilidad de compaginar lactancia materna y trabajo depende de tres factores principales:

  • Información. Por desgracia muchas mujeres desisten de seguir con la lactancia materna al reincorporarse al mundo laboral porque les ha faltado conocer técnicas que se adecuen a su situación concreta.
  • Confianza. Es fundamental confiar en ti, en tu cuerpo y en tus derechos, para poder superar con éxito este momento.
  • Apoyo. Es imprescindible el apoyo de tu círculo cercano y que no te animen a renunciar.

¿Quién cuidará del bebé?

Tu bebé necesita una atención individual, por lo que es importante que en tu ausencia esté con la familia cercana: padre, abuelos, familiares o canguro de confianza. La guardería debería ser el último recurso hasta el primer año, ya que las ratios dificultan que tenga atención personalizada.

Lactancia materna y trabajo según la edad del bebé

Si te incorporas al trabajo antes de que tu bebé cumpla 6 meses necesitarás organizar más al detalle tu plan de lactancia materna.

Si, en cambio, te incorporas cuando tu bebé tiene entre 6 meses y 2 años, resultará más sencillo, pues podrás compaginar la lactancia materna con la alimentación complementaria, lo que te permitirá organizar las tomas en relación con tu horario laboral.

Lactancia materna y trabajo, según el tipo de trabajo

El tipo de trabajo que tengas, si haces jornada parcial o completa, si tu trabajo está lejos de casa, si tienes horario partido… influirá mucho en la organización de la lactancia materna y el trabajo.

Debes conocer bien tu convenio regulador, por si dispones de condiciones especiales. Por norma general, hasta los 9 meses tienes derecho al permiso de lactancia, que se compone de una hora, o dos medias horas, a lo largo de tu jornada laboral, para poder dar el pecho a tu bebé o para poder extraer y almacenar tu leche. Sí compactas este tiempo al inicio o al final de la jornada laboral solo tienes derecho a media hora diaria. En todos los casos sin reducción de sueldo.

Lactancia materna ¿directa o diferida?

Según sea tu caso te convendrá más sacarte leche, o bien darle el pecho directamente a tu bebé cuando estéis juntos. Se trata de encontrar la manera que mejor se amolde a cada situación.

Hay madres que prefieren hacer reducción de jornada, o incluso adelantar la introducción de la alimentación complementaria para que el bebé espere hasta su llegada a casa, y entonces seguir con la lactancia materna directa. Otras optan por extraerse leche en el trabajo y así seguir con la lactancia materna, en este caso diferida.

Si te decantas por la lactancia materna diferida es importante que te informes bien sobre las mejores condiciones para extraer y conservar la leche. Para ello necesitarás:

  • Sacaleches
  • Pequeña nevera
  • Recipientes aptos para el almacenaje
  • Espacio limpio y tranquilo en tu trabajo

Lactancia materna diferida: dudas

Empezar a extraerse leche es un proceso delicado, que genera a algunas mamás mucho estrés, por la cantidad de dudas que surgen.

  • Cantidad. La succión del bebe y la extracción mecánica no son iguales. Las asesoras de lactancia te ayudarán a conocer la cantidad que necesita tu bebé, según su edad, y a usar los sacaleches de manera correcta.
  • Conservación. La leche extraída debe mantenerse en nevera y tomar al día siguiente. Si no la necesitas puede conservarse 3 días en la nevera.
  • Congelación. Si la congelas, recuerda no descongelarla en el microondas, porque podría alterar sus propiedades nutritivas. Descongela con agua caliente o al baño maría, hasta lograr una temperatura tibia.
  • Mezclas. Pueden mezclarse leches de distintas extracciones. Si lo necesitas, puedes juntar las de varias extracciones del día, siempre en frío, para llegar a la cantidad que necesitas.
    ¿Se me retirará la leche? Es cierto que el sacaleches succiona distinto que un bebé y eso hace que a la larga pueda bajar tu producción, pero recuerda que por las noches y el fin de semana tu bebé estimulará la producción y que, además, se irá adaptando a la alimentación complementaria, por lo que puedes llegar a una lactancia materna prolongada.
  • La leche tiene un color y olor extraño. No te preocupes si la leche adquiere diferentes colores u olores. La leche varía sus propiedades incluso en la misma toma. También puede parecer que se estropea, por su olor, cosa muy habitual por los ciclos de congelación y descongelación. Por lo general el bebé no la rechazará y no es perjudicial.

 

¡Lo estas haciendo muy bien!

Como has visto, compaginar lactancia materna y trabajo es posible. Confía siempre en ti y en tu bebé. A veces cuesta, no siempre es fácil, es cierto, pero tu bebé y tú sabréis adaptaros al nuevo ritmo y encontraréis vuestra manera. Puede que la persona que se encargue de su cuidado observe que duerme más, o que come mejor otros alimentos. No te agobies. Es habitual que por la noche demande más, porque ha esperado disfrutar ese momento contigo. Aprovéchalo.

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