Hay diversos motivos para empezar la lactancia materna con biberón, como la separación de la madre por ingreso hospitalario, si el bebé no tiene fuerza para succionar, si no coge el pecho, por motivos personales de la madre, o para conciliar lactancia y vuelta al trabajo, por ejemplo. Empezar a extraerse leche es un proceso delicado, que a veces genera mucho estrés por la cantidad de dudas que surgen. En este post encontrarás algunos consejos para lograr una lactancia materna con biberón exitosa.
Lactancia materna con biberón: extracción de la leche y conservación
La lactancia materna con biberón implica extraer y almacenar leche materna, para después administrarla al bebé en biberón. Estos son los principales aspectos a tener en cuenta sobre la extracción de la leche y su conservación:
- Si puedes, es recomendable contactar con una asesora de lactancia, que te explicará cómo usar correctamente el extractor, cómo transportar la leche para mantener todas sus propiedades y las cantidades necesarias, según la edad de tu bebé.
- La leche extraída es más recomendable tomarla fresca, por lo que debe mantenerse en nevera, en envase cerrado, y tomar al día siguiente. En caso de no necesitarla, puede conservarse hasta 3 días en la nevera.
- Si te haces con tu banco de leche congelada, recuerda anotar la fecha de extracción y no descongelar en el microondas, porque podría alterar sus propiedades nutritivas. Descongela con agua caliente o al baño maría, hasta alcanzar una temperatura tibia.
- Puedes mezclar leches de distintas extracciones. Si lo necesitas puedes juntar las de varias extracciones del día, siempre en frío, para llegar a la cantidad que necesitas.
- ¿La leche tiene un color u olor extraño? La leche puede adquirir diferentes colores, e incluso olores. No te preocupes. La leche varía sus propiedades, incluso en la misma toma. En estos casos puede ser buena idea juntarlas para que sea más “equilibrada”. Su olor puede hacerte pensar que se ha estropeado, sobre todo si pasa por los ciclos de congelación y descongelación. Por lo general, los bebés no rechazan la leche y no resulta perjudicial.
Postura y ritual para que el bebé acepte bien el biberón
- Recuerda que el biberón tiene mayor flujo que el pecho, por lo que es mejor que tu bebé éste esté en posición sentada, en ángulo de 90º.
- Estimula el reflejo de succión acercando la tetina a su moflete, labios o nariz, y dáselo cuando tenga la boca muy abierta.
- Coloca el biberón lo más horizontal posible, para que el bebé pueda regular la cantidad en la succión.
- Deja que el bebé haga 5 o 6 succiones y saca el biberón de la boca. Oirás un sonido, es porque tenía la tetina haciendo vacío.
- Repite la secuencia hasta que se duerma o rechace porque ya está saciado.
Biberones y succión del bebé
El biberón no es el único método para la lactancia materna en diferido, aunque sí el más conocido. También puede usarse una cucharilla, una jeringuilla, un vaso o taza, etc… Todos son igualmente válidos y una opción muy interesante si el bebé rechaza el biberón, o si vas a combinar lactancia materna en diferido con lactancia materna directa.
Las tetinas más recomendables, sobre todo si el bebé no está acostumbrado a las tetinas y/o chupete, serán las que se asemejen lo máximo posible al pezón. Son las tetinas de base estrecha y largas, de unos 2 cm, lo más blandas posibles y completamente redondas. Las tetinas anatómicas no son recomendables, pues no crean una succión muy fisiológica. Es mejor elegir tetinas de flujo lento que de flujo rápido, especialmente para los primeros meses.
Sobre la duda de si se retirará la leche, lo cierto es que el sacaleches succiona distinto a cómo lo hace el bebé, por lo que, a la larga, puede bajar la producción de leche. Pero, recuerda, por las noches y durante el fin de semana tu bebé estimulará el pecho. Además, también se irá adaptando a la alimentación complementaria, lo que puede ayudarte a lograr una lactancia materna prolongada.
Empezar la lactancia materna con biberón puede ser un poco estresante, pero con algo de paciencia y el apoyo de tu familia seguro que lo consigues. Recuerda que es posible que tu bebé no acepte muy bien el biberón, o que prefiera otros alimentos si se los da algún familiar de confianza. No desesperes, ellos saben regularse y algunos prefieren esperar a que llegues a casa y se lo des tu. Confía en ti y en tu bebé. Mientras siga creciendo y esté sano ¡no tienes de qué preocuparte!